El poder de la sugestión
En Viena, en la época de Mozart, una joven pianista y compositora muy célebre, Maria Theresia von Paradis, quedó ciega a temprana edad.
En realidad, Maria Theresia, alumna de Salieri y Koseluch, era muy conocida y apreciada en los círculos musicales. De hecho, Mozart, Haydn y el propio Salieri, entre otros, compusieron conciertos para ella.
El caso es que cuando la pianista tenía 18 años, el famoso Mesmer, un médico e hipnotizador de origen alemán, convenció a la joven Maria de que podía curarle la ceguera. Así, la sometió a varias sesiones de hipnosis y ella se autosugestionó y creyó que veía. El caso es que la muchacha estuvo así durante mucho tiempo.
Evidentemente, la compositora no recuperó la vista y el magnetista Mesmer tuvo que abandonar Viena.